El 12 de enero, luego de haberlo esperado y sufrido mucho, llegó a nuestras vidas el bebé "O"... Su mamá Uma había quedado preñada de Leo. Vimos en la primer ecografía seis saquitos gestacionales, todo iba bien. Cuando hicimos el control de los 45 días, de los seis, sólo quedaba un bebé... Era más chiquito de lo que correspondía para su edad gestacional... Fue muy amarga la noticia. La semana siguiente volvimos a la vete y por suerte, el bebé había ganado peso y todo estaba bien. Resolvimos con los vetes que nacería por cesárea, porque al ser uno solito muy probablemente no desencadenaría trabajo de parto. Así que una semana más tarde, el viernes 12, nos fuimos a la vete preparados, hicimos otra ECO y vimos que ya era momento para que el bebé naciera... Y nació... Y fue maravilloso... Y fue bebé "O" por un tiempo, porque no podíamos decidir qué nombre le pondríamos. Bebé "O" crecía y crecía; al no tener ninguna competencia, iba tomando de una a una de las tetas de su mamá... Corría ya su segunda semana de vida cuando comenzamos a discutir seriamente el tema del nombre... Y alguien dijo "OLAF"... Y vimos que el significado de ese nombre es "herencia de los antepasados"... Y bien que le iba genial a este bebé, que nos traía de vuelta a Blossom, a Bella, a Java y a todos los primeros tiempos de Labradoria... Así que quedó "Olaf"... Pero siempre será nuestro "Bebé O".
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